agosto 21, 2012

¡Pare de sufrir! Que acá lo curamos a golpes


Ha salido una sentencia en Brasil en la que condenen a la iglesia Universal del Reino de Dios por agredir a uno de sus consectarios al cual deberán indemnizar por una buena suma de dinero.  Resulta que, en un episodio de locura colectiva responsables del culto emprendieron a golpes contra un señor que tuvo la mala suerte de tener un ataque en plena celebración religiosa.


Un tribunal de Sao Paulo condenó a la Iglesia Universal del Reino de Dios, conocida como Pare de Sufrir, a indemnizar con 5.000 dólares a un fiel que fue agredido en un templo evangélico, tras padecer un ataque epiléptico que los asistentes confundieron con una posesión demoníaca.
En 2001, Alcione Saturnino dos Santos asistía a un oficio religioso en el interior del estado de Sao Paulo, cuando comenzó a convulsionar.
El hombre denunció que al momento fue agredido a golpes por representantes de la iglesia, que confundieron su enfermedad con una intervención del demonio, según declaró ante la justicia.
Un juez de primera instancia halló culpable de daños morales a la Iglesia del Reino de Dios, pero el fallo fue apelado.
Sin embargo, el Tribunal de Justicia del Estado de Sao Paulo rechazó el recurso y ratificó la condena contra la institución religiosa, según un fallo de la semana pasada dado a conocer este lunes.
Dos Santos deberá ser indemnizado con 10.000 reales (unos 5.000 dólares) por las “agresiones físicas sufridas en el interior del templo religioso”, señala la decisión judicial.
La Iglesia Universal del Reino de Dios alegó falta de pruebas en su contra y pidió la anulación del fallo de primera instancia por considerar que le fue impedido su derecho a la defensa, argumentos que fueron rechazados por el tribunal.
 
Me pregunto cuando se intervendrán las iglesias que realizan ritos de sanación y que, engañan a la gente, llevándola a dejar sus medicamentos ¡pues el único que sana es cristo! Ocasionando a los incautos creyentes el empeoramiento de su situación de salud.  Es curioso que se le permita a ciertos charlatanes engañar  las personas y que estas puedan, en ocasiones, casi que suicidarse al abandonar todo tratamiento medico, pero a la vez se prohíba la eutanasia que se realiza por decisión consiente del paciente y con criterios científicos sobre el estado terminal del mismo.


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