abril 26, 2013

Un condenado más del Fanatismo



Que la religión es inofensiva, que es un asunto del individuo que se relaciona con dios, que solo es guiada por el amor y una tonelada más de cosas se escucha decir a algunos creyentes… pero cuando los religiosos tienen el poder de imponer sus puntos de vista y prejuicios no han escatimado esfuerzos en perseguir, acallar y hasta eliminar a quien no comparte su postura.  Esto paso en el pasado y pasa ahora en todo el mundo; en algunos lugares de forma más intensa y violenta y en otros de maneras más sutiles, pero no por ello menos peligrosas.

En varios países de África y Asia la ley islámica es impuesta a sangre y fuego y el Estado es solo un instrumento más al servicio de los fanáticos.

El día de hoy otro ser humano pierde su libertad a manos del fanatismo, un joven es condenado a más de 7 años de cárcel por publicar dos caricaturas de Mahoma

Un tribunal de apelaciones tunecino ha confirmado este jueves la condena de siete años y medio de cárcel para un hombre por publicar dos caricaturas del profeta Mahoma al considerar que supusieron "un insulto al Islam".
   Jaber Mejri, que trabaja como profesor de inglés, fue detenido tras publicar las imágenes y acusado de alterar el orden público y atacar la moral pública, tras lo que fue sentenciado en marzo de 2012.
   Mejri fue condenado junto a Ghazi Beji, que publicó un enlace a un libro crítico con el Islam, si bien éste último pudo huir del país, tras lo que fue juzgado 'in absentia'.
   El abogado de Mejri, Mohamed Mselmi, ha denunciado que una persona no identificada retiró la apelación que él presentó en nombre de su cliente sin comunicárselo, según ha informado el portal de noticias Tunisia Live.
   "Mi siguiente paso será solicitar el perdón presidencial", ha manifestado, antes de explicar que apeló la sentencia al considerar que la misma viola varias secciones del Código Penal tunecino, tres decretos del Gobierno publicados en 2011 y múltiples tratados internacionales.
   Las sentencias contra Mejri y Beji fueron criticadas en su momento por ONG como Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI), que denunciaron que se trataba de un caso de violación de la libertad de expresión.
Fuente: laicismo.org 


Muchos pequeños fanáticos dirán: “eso es allá en África”, “es cosa de los malvados musulmanes” y alguna que otra sandez para tratar de desviar la atención del hecho de que la religión puede derivar en fanatismo y este a su vez en violencia.  

Olvidan además que su propia religión ha protagonizado los más atroces hechos de violencia y barbarie de la historia y que aún hoy en países como el nuestro sectas como la católica se meten en todo tratando de imponer sus puntos de vista al total de la población.

Es así como en nuestro país y en muchos otros que posan de democráticos, si bien no suceden cosas como la citada, también se niegan derechos por influencia directa de grupos religiosos, y en el día a día la actuación hegemónica e impositiva de estas organizaciones y de sus miembros ataca la dignidad y libertades de miles de ciudadanos e incluso alguna que otra muerte ha ocasionado el fanatismo (recordar la quema de una supuesta bruja el año pasado en un pueblo de Antioquia)

Lo peligroso es que una doctrina que se funda en la sinrazón, aunque hoy parezca domesticada, en cualquier momento puede exacerbarse y llegar al fanatismo y a la violencia.


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