El gospel es un evento que se celebra en varias ciudades y que para el caso de Bogota contó, el año pasado, con financiamiento publico; en ese entonces activistas ateos de esa ciudad hicieron presencia en el evento.
Este año la ciudad decidió no prestarle un apoyo tan
marcado al evento.
David
Osorio en su blog, DE AVANZADA, registra la buena noticia.
Paso
pues a citar:
Hace un año, supimos de Bogotá Gospel, un concierto cristiano que la homófoba concejal y pastora evangélica Clara Sandoval había conseguido que el Distrito financiara.
En ese momento, le escribí al alcalde Gustavo Petro para que respetara el Estado laico y no despilfarrara los recursos de todos los contribuyentes bogotanos en promover una superstición privada. Petro no atendió el llamado y el concierto se hizo; nosotros fuimos y recibimos toneladas de amor cristiano en forma de puños, patadas y la destrucción de nuestra propiedad (y de estúpidas comparaciones con Rock al Parque). Entonces, desde la Asociación de Ateos y Agnósticos de Bogotáinterpusimos un derecho de petición cuestionando el desperdicio de dineros públicos en una superstición privada.
Al parecer, todos los esfuerzos han dado fruto - en un comunicado de prensa, los responsables de Bogotá Gospel se lamentan que el Distrito no les pague su creencia homófoba y machista:
En días pasados, recibimos comunicación telefónica de la persona delegada para la producción del evento, quien de manera clara y consignada en acta, manifestó que este concierto debía hacerse sin prueba de sonido, con una duración de 3 horas y sin recursos por parte del IDRD para el insumo artístico, recursos que en todos sus años nunca han sido suficiente, pero que gracias a ala disposición y el interés de los artistas por apoyar el evento y a los patrocinadores que creyeron en esta propuesta, suplió las necesidades en su momento.
Mis felicitaciones al Instituto Distrital de Recreación y Deporte. Es gratificante ver que están dispuestos a hacer lo correcto, sin dejarse intimidar por las poderosas mafias cristianas que se han infiltrado en los organismos del Estado -por vía de los partidos paramilitares, además-.
Fieles a su espíritu de predicar pero no aplicar, los cristianos que ya no pueden robarnos nuestros impuestos han salido a decir que no tienen dinero. ¡Pero sí lo tienen! Es sólo que se lo pidan a sus pastores. Los ingresos de la Misión Carismática Internacional, la secta del pastor Castellanos, gana millonadas en concepto de diezmos. Además, cuentan con los salarios de la ya mencionada Clara Sandoval, el concejal y también pastor homófobo Marco Fidel Ramírez y el senador y también pastor homófobo Édgar Espíndola Niño.
¿Por qué no pagan ellos el concierto? Si no están tan convencidos de la idoneidad del mismo, hasta el punto en que no pueden meterse la mano al bolsillo por las ideas que supuestamente defienden, ¿por qué tendríamos que financiarlo los contribuyentes no-evangélicos?
Lo más gracioso de todo, ha sido la reacción de Marco Fidel Ramírez, el pobre concejal que cree que es discriminación.
FUENTE: DE AVANZADA
Lo mas curioso es que ya hay criticas al alcalde Petro por cumplir su deber; personalmente me
uno a las felicitaciones al señor alcalde
Finalmente el vídeo del trato dado a algunos activistas
que portaban símbolos ateos y de otras religiones.
¿Si los señores amigos del gospel argumentan que debe ser
financiado por la ciudad por ser un evento de interés cultural, no debería ser accesible a todos y no un evento cerrado,
en el que solo los creyentes y obnubilados cristianos puedan asistir? Que raro la policía actuó retirando a los
activistas y no protegiéndolos de la violencia religiosa.
¡¡QUE VIVA EL AMOR CRISTIANO!!
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