Toda la historia de nuestro país ha sido la historia de la
falsa democracia y de la vulneración de lo poco de democracia que se ha logrado
construir; ha sido la historia de la democracia del papel y la tiranía de la
realidad.
Patria boba, guerra civil tras guerra civil, confecionalismo, bogotazo, la violencia, frente nacional, más violencia… matan a Bernardo Jaramillo, Pardo Leal, Pizarro, Galán y unos cuantos miles más, y la constitución del 91 hecha añicos…
Lo que ha pasado, desde que tengo uso de razón y lo poco de
historia que conozco es una marea putrefacta de abusos y violaciones a la
democracia y a la libertad, con algunas pequeñas islas de esperanza, que
aquellos que se regocijan y enriquecen en la inmundicia del país rápidamente sumergen
en estiércol.
En lo grande, en lo nacional, la democracia es un adorno que
se puede eliminar cuando a bien tengan algunos… en lo pequeño, cosas que me ha
tocado presenciar últimamente me hacen pensar que también.
En lo grande, en este país, el que piensa diferente y logra algún
grado de impacto nacional es asesinado o perseguido, las opciones políticas, que
difieren de la política tradicional, han sido sistemáticamente exterminadas, el
recurso a la violencia se ha hecho común para tratar al contradictor.
En lo pequeño, esa
cultura antidemocrática y violenta ha permeado a buena parte de la sociedad.
En Colombia quien pretende ejercer sus derechos plenamente es sospechoso, es un obstáculo para los procesos en las empresas, en los barrios, en los colegios, en los sindicatos, es satanizado y descalificado, y lo peor muchas veces los demás ciudadanos nos hemos acostumbrado a eso… En esta patria medio esquizofrénica el buen ciudadano es el malo, el que hay que aislar y alejar cuanto antes.
En Colombia quien pretende ejercer sus derechos plenamente es sospechoso, es un obstáculo para los procesos en las empresas, en los barrios, en los colegios, en los sindicatos, es satanizado y descalificado, y lo peor muchas veces los demás ciudadanos nos hemos acostumbrado a eso… En esta patria medio esquizofrénica el buen ciudadano es el malo, el que hay que aislar y alejar cuanto antes.
¿Que nos queda a los ciudadanos amantes de la libertad y los
derechos democráticos?
Actuar en lo pequeño y en lo grande, no guardar silencio, rodear solidariamente a nuestros conciudadanos cuando defienden sus derechos y libertades y cuando los ejercen.
Dar la pelea en lo pequeño es enfrentar a esos mini tiranos
que están en todos lados (y a veces también en nosotros), es evidenciar y censurar
prácticas corruptas, antidemocráticas y violentadoras
de la libertad que se dan en la vida cotidiana y de las que somos muchas veces
testigos.
Dar la pelea en lo grande es asumirnos como ciudadanos con derechos y libertades pero también con responsabilidades y una de ellas es ejercer plenamente nuestros derechos y libertades.
Aunque no soy del
partido del alcalde Petro y no soy bogotano ahí les queda
No hay comentarios:
Publicar un comentario