La baja edad media fue una época en donde se
presentaron grandes convulsiones en el territorio europeo; en lo social, las
epidemias, las catástrofes, las guerras y el comienzo del debacle del
cristianismo como referente ideológico fueron algunos de los acontecimientos
más importantes. En lo económico, el sistema feudal comenzaría un proceso de
crisis, y en lo político, se inició la formación de los Estados, centralizando
el poder en manos de los reyes. Esta centralización del poder, paulatinamente
iba consolidando el poder absolutista, que teóricamente fue denominado, como el
período de las monarquías absolutistas.
Ante la crisis del sistema feudal y el
fortalecimiento de las monarquías, el sistema socioeconómico comenzó a sufrir grandes cambios; los feudos empezaron a expandirse, surgiendo
nuevas dinámicas productivas, que a su vez fue el motar para la emergencia de
nuevas agrupaciones y clases sociales que fueron dinamizando las relaciones
sociales de producción, provocando la transición socioeconómica, desde la
producción feudal hacia la masificación de mercados. Esta nueva situación fue el preámbulo para la
consolidación de redes mercantiles
internacionales, y el surgimiento del Estado como reproductor de las relaciones
de producción.
Las sociedades comenzaron ha plantearse como
escenarios de tipo antropocentristas, en contradicción a los anteriores
referentes teocráticos.
La formación de los Estados significó el paso
hacia las sociedades modernas en cuanto a lo político, lo administrativo y
jurídico, bajo un marco ideológico liberal.
Jesus Alejandro Villa Giraldo
Medellin, 2012
Jesus Alejandro Villa Giraldo
Medellin, 2012