Entre tanto escribía
esto me preguntaba ¿cuantos católicos
han leído la encíclica? Y con una sonrisa en el rostro me decía a mi
mismo “estoy seguro que ni el 5% lo han hecho… pues estos creyentes como
siempre se quedan con lo que el cura de turno les diga en la misa, si es que asisten
a ella”
Escribo el
presente texto por curiosidad y porqué el
señor Benedicto acusa, de la forma más cínica, al ateísmo como causante
de los mayores sufrimientos de la modernidad.
¿Será que algún fanatiquillo le cree el
cuento? Bueno, nada de raro tendría, si hay fanáticos que matan a sus hijos,
que encierran a quienes no son de su secta, que impiden que sus familias
accedan a servicios de salud o a educación.
Pero siendo
realistas, incluso los religiosos no fanáticos, aceptan que basta con ver lo
que sucede en el mundo para comprobar que muchas atrocidades se están cometiendo
en nombre de las religiones, no en
nombre del ateísmo: guerras santas, lapidación de mujeres, encarcelamiento de
intelectuales, asesinato de niños, persecución a minorías y la lista sigue
Pues bien en la mencionada encíclica se da un
recorrido por el nuevo testamento, se mencionan algunos santos y se retoma a
santo Tomas de Aquino y a san Agustín,
entre otros, para en ultima hablar y
desarrollar el concepto de esperanza ligado a la fe y llegar a la cuestión de “La
transformación de la fe-esperanza cristiana en el tiempo moderno” y de allí en
adelante apuntar su artillería contra los conceptos de razón y de libertad, en
medio de un florido lenguaje ideologizado y como de costumbre autorreferencial
y carente de argumentos.
Si bien,
considero que la validez de la encíclica es tan grande como la de cualquier
texto que surja de un grupúsculo de fanáticos que pretenden que su visión de la
realidad es la única y que citarse a si mismos o a sus consectarios es un
argumento legitimo, me he divertido observando las vueltas retoricas que se dan
en el texto y mas aun me he divertido preguntándole a varios católicos que me
expliquen lo que la encíclica dice…. Y chanfle, ninguno la ha leído y la
inmensa mayoría ni sabían que existía (ni siquiera un profesor catolico de religión),
pese a que es un texto que ya lleva varios años de existencia.
Pues bien,
abordare a continuación algunos puntos
que me han llamado la atención:
En el
apartado 16 y 17 se menciona que en la modernidad se ha establecido una nueva
relación entre ciencia y praxis… que el hombre
¡oh horror¡ pretende dominar a la
naturaleza y con eso recupera el dominio de la naturaleza perdido, según ellos,
por el pecado original y en consecuencia, acusa el señor Benedicto, el hombre
se aleja de la esperanza de redención en Jesucristo.
Se empieza a
ver como el talante antiracional, contario al progreso y a la libertad es cimiento de la encíclica y, claro
esta, de la iglesia católica.
-Como se le
ocurre a la humanidad, pensar que puede estar mejor gracias a sus propio
esfuerzo, y no esperando que un ser imaginario la salve –
Escandaloso
esto para el señor Benedicto, que arremete contra la idea de progreso, propia de la modernidad, en esta encíclica. Al parecer para el y para
su iglesia, entre mas postrado este el ser humano, mas sufra, mas hundido en la
pobreza y la ignorancia este el hombre mejor… ahí voy entendiendo por que se
empeñan en difundir mensajes en África, por ejemplo, que hunden a la población
cada vez mas en la pobreza y en la epidemia de sida.
Luego la
retorica del texto avanza y arremete contra la idea de libertad: progresar es
irse alejando de las diversas dependencias y eso lleva a la libertad…. Y claro,
si el ser humano es cada vez mas libre, menos podrán los mitos y supercherías
atarlo y eso, para el señor Benedicto y su iglesia, es grave, pues como van a poder seguir dominando mentes
y ejerciendo un cierto poder en nombre del amigo imaginario.
Pero
la cosa no queda allí, como la idea de progreso y su búsqueda se ha
desarrollado por el hombre en un ambiente social donde, a lo largo de los
últimos siglos, se han visto varias revoluciones que rompen el statu quo, que
tanto le era cómodo a la iglesia, arremete la encíclica contra la posibilidad
de las sociedades de organizarse y tratar de que el progreso de la ciencia y de
la libertad se constituya en parte del orden social; así es como la artillería del pequeño nacional
socialista, apunta a las revoluciones europeas del siglo XVIII en adelante… ¡COMO SE LE OCURRIO A LA HUMANIDAD LA LOCA
IDEA DE TRATAR D EESTABLECER UN ORDEN SOCIAL MAS JUSTO¡ parece escuchársele gritar al seños Benedicto.
Esta
primera temática, la cierra el autor, con un intento de cristianizar la razón, intento
absurdo por definición pues en el avance de la razón la idea de encerrarla en
una construcción mítica como lo son las religiones genera una contradicción que
las hace excluyentes.
A
partir del numeral 24 se aborda “La verdadera fisonomía de la esperanza
cristiana” tema que no tratare pues evidentemente es totalmente autorreferencial,
aunque me sorprendió lo ingenuo de este pasaje de la encíclica al tocar varios
lugares comunes y mostrar un uso de afirmaciones
de cajón… - yo esperaba mas del señor
Benedicto, pero mejor así- Destaca,
además, el tono anticientífico en los mencionados
numerales.
En
resumen, la única esperanza que el señor Benedicto y su iglesia considera
importante es dios, todo otro anhelo, ilusión, pretensión humana es
pordebajeada sutilmente en el texto, según lo cual, se puede deducir que rechaza
la iglesia , o por lo menos ve con sospecha, cualquier pretensión de la
humanidad de avanzar en dirección a un mayor conocimiento del universo, una mejor relación con los demás seres
humanos, la constitución de un orden social mas justo, pues estos son
precisamente, esperanzas de la humanidad basadas en la idea de progreso… de
igual manera se puede inferir que a nivel individual desprecia la iglesia el
impulso de la persona por ser mejor, por querer ver a los suyos avanzando en la
vida, por simplemente lograr alguna pretensión material o un sueño determinado,
o en ultima instancia, por desarrollar su propio proyecto de vida; todo es vano, fútil, estéril, según el señor
Benedicto pues la única esperanza es dios.
A
partir del numeral 32 se trata de mostrar que esa esperanza cristina se aprende – ya les es un poco mas difícil imponerla
como en los tiempos de la inquisición- con la oración, pero sobre todo con el
sufrimiento; parece el señor Benedicto,
con su cantaleta anticientífica y anti progreso, empeñado en mantener a millones
de personas sumidas en el sufrimiento… pues al parecer así cree, estas se “salvaran” mas fácil, pero mmm las altas jerarquías
no las veo sufrir… que se mueran de hambre, que se mueran de sida, que el
machismo las condene a una vida indigna… que sufran para agrado de dios, pero
eso si, que sean otros los que sufran no nosotros no los padres de la iglesia,
y si en todo caso logras vivir y no sufrir te espera el juicio final parece
escuchársele decir a este señor.
Por
ahí también meten a “la virgen maría” y
otras cositas medio alucinantes pero con mencionarlas ya es mucho.
En
ultima la encíclica esta, no es otra cosa que una perorata anticientífica, anti
racional y anti progreso, que trata tácitamente de culpar de los problemas y sufrimientos
de la humanidad a la falta de fe, al ateísmo y al naturalismo, pero no menciona
cuanto sufrimiento , a lo largo de la historia, ha traído la iglesia y las religiones
en general a la humanidad… o acaso se pueden obviar los siglos del oscurantismo,
y las actuales atrocidades que por el mundo se comenten en nombre de la
religión
Jesus Villa
Publicado en: PanfletoNegro
Medellin, 2012
Jesus Villa
Publicado en: PanfletoNegro
Medellin, 2012
No hay comentarios:
Publicar un comentario