El Día Internacional de la Blasfemia es una campaña internacional que busca establecer el 30 de septiembre como día en el que promover la libertad de expresión y demostrar la solidaridad con quien critica o incluso insulta a la religión sin miedo de represalias. Se considera que debería ser obligación de todas las naciones del mundo salvaguardar el derecho a la disidencia y no alinearse con quienes demandan un respeto irracional a cualquier tipo de creencia.
En los últimos
días los nuevos ataques de furia de los fanáticos musulmanes colocan nuevamente
en la opinión pública la cuestión de la libertad de expresión y las pretensiones
de los religiosos de restringirla. EL día de la blasfemia no es simplemente un llamado
a insultar las creencias de los demás sin mas, es por el contrario un día para
defender la libertad de expresión como un derecho humano, pues, aunque parezca increíble,
hay personas que aun creen que el insulto a una idea justifica la violencia y
que toda la sociedad tiene que sumirse a sus creencias por irracionales que
sean.
A todos
estos fanáticos hay que recordarles que las ideas son solo eso ideas y que como
tales no tienen derechos, así mismo decirles que lo que para los creyentes
puede ser un pecado muy grave, para quien no pertenece a su religión no es nada.
La libertad de expresión sólo puede
restringirse, cuando se quebranta la reputación individual cayéndose en delitos
como la calumnia o la injuria pero nunca para proteger instituciones, nociones
ni creencias, como lo son las religiones , sus doctrinas y dogmas.
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